miércoles, 31 de diciembre de 2008

Patriarcado Ecuménico




El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía y la burocracia del mismo estado, están intentando disminuir la importancia del Patriarcado Ecuménico para toda la Ortodoxia, publicando falsos informes sobre la minoría griega en Turquía y subestimando las expectativas de Putin de visitar a Bartolomé. “Nunca permitiremos que los trucos o los caprichos de la historia nos destierren de este lugar" dijo el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, con respecto los ilusorios informes difundidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía que denigra la " ínfima" presencia de la comunidad ortodoxa griega en Turquía, y rechaza reconocer el titulo "Ecuménico" del Patriarcado que procede desde la antigüedad. Durante su oficio en la reapertura de la iglesia de los Santos Constantino y Elena en el barrio Bozakoy de Constantinopla, Bartolomé I, en la homilía que ofreció dijo ante los feligreses presentes que " no caigan en la desesperación" recordándoles la gran batalla que dio el rey griego Leonidas, contra Xerxes de Persia, "nunca abandonaremos nuestra Termópila" les agregó. Parece que dicho ministerio turco está intentando hacer desaparecer el “Patriarcado Ecuménico” con el objetivo " de calificar a Bartolomé I como “Patriarca de Fanar" rechazando la utilización del título “Ecuménico" por lo cual se le reconocerá únicamente con responsabilidad espiritual de la minoría griega local, y no de las comunidades ortodoxas adheridas a Constantinopla. Todo esto tiene un impacto en el estado jurídico del Patriarcado Ecuménico, en su libertad para viajar al extranjero, y para recibir delegaciones extranjeras en Turquía. Esta postura se ha reafirmado en un informe respecto a las minorías en Turquía, presentado por el ministerio de Relaciones Exteriores en el parlamento, cuyos detalles se han publicado recientemente. El informe indica que según el tratado de Lausana (1923), al Patriarcado del Fanar no se le prohíbe su presencia y residencia en Turquía y está solamente en servicio a las necesidades religiosas de los ciudadanos ortodoxos turcos, que debido a las persecuciones y las expulsiones del pasado se han reducido a una pequeña minoría de 3.000 personas. Pero el informe no indica que esta interpretación no está aceptada por la comunidad internacional, y también es disputada por personalidades eminentes turcas como el profesor Baskin Orán. El informe también excluye la posibilidad de la reapertura de la Escuela Teológica de Jalki, en nombre del secularismo del estado, mientras el estado turco financia a las mezquitas, y a las escuelas para los imanes. La cosa curiosa es que el informe sobre las minorías se origina por el Ministerio de Relaciones Exteriores. De esta manera, consideran a los ciudadanos turcos en la práctica extranjeros en su propio país, bajo observación constante y fiel de la burocracia turca. El informe también contiene manipulación de una política natural. Para demostrar al mundo la magnanimidad del estado turco hacia la minoría ortodoxa, especialmente debido a su intención de ingresar en la Unión Europea, Turquía cita el hecho que en el país hay por lo menos 270 lugares de culto para los ortodoxos. Pero no menciona nada sobre el hecho de que todos éstos fueron construidos antes de la fundación de la república turca, durante el imperio otomano, que, a pesar que fue un estado musulmán defendió las minorías mucho más que el estado actual. El informe también habla de " interés", que los Estados Unidos protege el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Este " interés" se debe al hecho que los Estados Unidos quisieran que contrapesara la importancia y la influencia de la iglesia de Moscú. Está claro, " dice una fuente ortodoxa " que la burocracia de Ankara quiere disminuir la importancia del Patriarca después de la reconciliación entre Moscú y Constantinopla en Kiev y durante la cumbre de Lideres Ortodoxos. Además, continúa la misma fuente, " Turquía fue molestada altamente por el énfasis que los medios rusos dieron a la presencia del Patriarca Ecuménico, Bartolomé I, en el entierro de Alexis II. En esa ocasión, el jefe patriarcal de Moscú, Kyril Metropolitano de Smolensk, elogió el papel de Constantinopla, incluso el primer ministro Putin agradeció a Bartholomé I su presencia y expresó su deseo de visitarlo en el Patriarcado Ecuménico.
Publicado por Padre Nicolás Vera.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Mujeres hispanas en Oriente: la corte y las peregrinaciones



P. Devos publicó hace algunos años un interesante artículo en el que relacionando, gracias a su sagaz erudición, una serie de textos fragmentarios, dispersos en distintas fuentes griegas y copias, reveló la personalidad de Poemenia, conocida antes sólo por una alusión incidental en la Historia Lausiaca, como una piadosa mujer que había peregrinado al Alto Egipto para visitar al famoso asceta y taumaturgo Juan de Licópolis. Sobre la base de la información recogida en las distintas fuentes, P. Devos llegó a la conclusión de que Poemenia era hispana, emparentada con Teodosio, y que su viaje no se limitó únicamente a Egipto, sino que comprendió también los Santos Lugares de Palestina, y tuvo lugar entre los años 384-395. De acuerdo con ello, tenemos en Poemenia un paralelo muy próximo de Egeria. Ambas seguían los pasos de otra ilustre mujer de origen hispano, Melania Senior, como lo harían por los mismos años Paula y otras mujeres ilustres de la aristocracia romana. Creemos que no es casual que la presencia de Egeria y Poemenia en Oriente coincida con la presencia de Teodosio en el trono, del mismo modo que, como veremos más adelante, no debe ser tampoco casual el silencio de Jerónimo sobre Poemenia.
La subida al trono de Teodosio y la transformación de Constantinopla en capital efectiva de la Pars Orientis trajo consigo la presencia en la nueva ciudad de un importante grupo de mujeres hispanas y de las regiones vecinas del sur de la Galia. Lógicamente estas mujeres formaban parte de la familia del emperador y de lo que los franceses han dado en denominar, con más o menos fundamento, cóterie espagnole en Oriente; a ellos habría que añadir los denominados por J. F. Matthews Gallic supporters of Theodosiusn. Estas mujeres hispanas estaban encabezadas por la propia esposa del emperador, Aelia Flavia Flacila, y sus familiares directos. Junto a ella estaban María, viuda del hermano del emperador, poco antes fallecido, Honorio, y sus hijas Termancia y Serena. Teodosio acogió a éstas como si fuesen sus hijas y las introdujo en la corte. Claudiano recordó en los retóricos versos de la Laus Serenae esta llamada a la corte de sus sobrinas, recién ascendido al poder:
Por fin, cuando tras haber sido elegido cogió las riendas del Imperio, no dio pruebas de amor a sus propios hijos antes de haberos hecho venir a ti y a tu fiel hermana desde las tierras iberas al litoral del Este.
Si exceptuamos a Flacila, es muy poco lo que sabemos de la actividad de estas mujeres en la corte de Constantinopla. De una hermana de Flacila ni siquiera conocemos su nombre. De Termancia lo único que sabemos es la noticia de Claudiano de que se casó con un alto militar de nombre también desconocido. La más afortunada para la posteridad fue Serena por haberse casado con Estilicen y haber sido objeto del encomio de Claudiano. La madre de ambas, María, es también una perfecta desconocida. Sin embargo, hay indicios suficientes para pensar que el protagonismo de estas mujeres fue mayor del que se puede deducir de las escasas noticias conservadas. El emperador Teodosio parece que mostró un gran afecto por todas las mujeres de su familia. Gregorio de Nisa presenta el impacto de la muerte de su hija Pulquería, hacia el 385, cuando contaba con siete u ocho años de edad, como un «terremoto» en la corte. Claudiano se complace en describir el afecto de que rodeaba a sus sobrinas y el solaz que éstas representaban en la vida familiar del emperador:
Desde luego, él abrazó a ambas con amor paterno, pero con razón su afecto iba más inclinado a tí. Y cuantas veces, según lo exigen las necesidades públicas del Imperio, regresaba más triste o lleno de ira ardiente, cuando los hijos esquivaban a su padre y la misma Flacila temía a su marido irritado, únicamente tú podías aplacarlo en su cólera, tú apaciguarlo con tiernas palabras.
En cualquier caso, Flacila fue una figura fundamental en la corte teodosiana. Como ha dicho Kenneth G. Holum, fue la primera mujer que no sólo recibió el título de Augusta, sino que también ejerció como tal. Y constituyó la clave de bóveda en la construcción del edificio dinástico de Teodosio. A pesar de que es poco lo que sabemos de sus actividades concretas, el rango que ocupó en la corte, su representación en las monedas con todos sus atributos de Augusta, la imagen que de ella presentó Gregorio de Nisa en su oración fúnebre como copartícipe de la basileia y ejerciendo la misma arche que el emperador, el recuerdo que dejó en la opinión pública, hacen de esta mujer un personaje de importancia desconocida en la historia del Imperio romano, a pesar de su temprana muerte. La figura de Flacila contribuyó de modo decisivo a establecer lazos estrechos, en una corte sedentaria como la de Constantinopla, entre la nueva dinastía y el pueblo de la nueva Roma, y prefigura y explica el papel protagonista que desempeñarán, a partir de entonces, las emperatrices de la corte bizantina.
En la misma oscuridad que la mayoría de las mujeres de la familia imperial nos han dejado las fuentes a las mujeres de los círculos familiares de las principales representantes de las camarillas occidentales en Oriente. Pero no es de la hipotética influencia política de estas mujeres, de las que poco podemos decir, de lo que aquí queremos hablar, sino del nuevo rumbo que con su presencia dieron al desarrollo del cristianismo en Oriente y a algunas de sus manifestaciones religiosas más significativas.
Es bien conocida la firme adhesión de Teodosio desde su acceso al poder al cristianismo niceno. Desconocemos cuándo se produjo la conversión al cristianismo de la familia de Teodosio. Pero ya Teodosio padre, el magister equitum, debió de nacer en una familia cristiana, como se deduce de su nombre. En todo caso, Orosio nos informa de que se bautizó antes de ser decapitado. Cristianos nicenos, e incluso representantes de un cristianismo con ciertos aspectos de fanatismo, eran también los principales representantes de la coterie hispana y gala, Materno Cynegio y Flavio Rufino. Igualmente atestiguada está la fe cristiana de las mujeres de todas estas familias, como no podía ser de otro modo. Una reciente tesis doctoral sobre las mujeres de la aristocracia senatorial romana en el siglo IV ha puesto de relieve que, si bien hay que matizar la idea tradicionalmente mantenida de que las mujeres ejercieron una influencia decisiva en la conversión de sus maridos, no se conoce ningún caso de cristiano casado con una pagana. En cualquier caso, la fe cristiana de Flacila está bien atestiguada por la oración fúnebre de Gregorio de Nisa que resalta como una de sus principales cualidades su eusebeia y su «celo por la fe», al igual que Ambrosio la califica de fidelis anima Deo. Tanto es así que F. Ela Consolino ha podido decir que «el primer retrato de emperatriz santa a todos efectos es el de Elia Flacila en la Oración fúnebre de Gregorio de Nisa».
Si no tenemos noticias de que Flacila ejerciese una influencia directa sobre la política de Teodosio o que aspirase a un protagonismo político como el que ejercieron sus sucesoras en la corte, no ocurre así en el aspecto religioso. Sozomeno informa de que Flacila disuadió a Teodosio de entablar un coloquio con el obispo arriano Eunomio de Cícico, temerosa de que su marido, en sus deseos de establecer una reconciliación religiosa, se viese arrastrado por la «capacidad dialéctica» del obispo a traicionar su fe nicena, y el propio Gregorio de Nisa en su oración fúnebre recalcó que la eusebeia de Flacila contribuyó a la afirmación del credo niceno en el concilio de Constantinopla del 381. Esta influencia de la emperatriz sobre la política religiosa de Teodosio nos sugiere la hipótesis de que cuando Libanio en la Oratio pro templis dice de Materno Cynegio que es «esclavo de su esposa, hace todo por agradarla y la toma por guía en todo», en especial en su política de destrucción de los templos paganos, esté haciendo una crítica velada de la influencia de Flacila sobre Teodosio.
En cuanto a la fe cristiana de Serena la refleja claramente Claudiano en «un lenguaje profano, más bien que pagano»; y ella misma ha dejado testimonio de una de las formas más características de la piedad cristiana de la época, el culto de los mártires, en la inscripción que dedicó para recordar su contribución al embellecimiento, como voto por la vuelta de su esposo Estilicen de la expedición contra los godos de Alarico, en el santuario que Ambrosio había dedicado en Milán a San Nazario.
Sin embargo, no parece, o al menos no nos han quedado pruebas, de que las mujeres de la familia imperial fuesen adeptas a otra de las formas más significativas del cristianismo de la época, el ascetismo, a diferencia de lo que ocurre con las mujeres de los miembros de la coterie hispana de la corte. El cristianismo estaba ampliamente extendido entre las mujeres de la aristocracia hispana y sudgálica en la segunda mitad del siglo IV y es bien sabido que en esta época, y especialmente en los ambientes aristocráticos, el cristianismo iba estrechamente unido al ascetismo. Que la moda del ascetismo había llegado a estos ambientes hispanos y galos lo reflejan bien las numerosas mujeres que tuvieron parte activa en el movimiento priscilianista, o el caso de Terasia y su esposo Paulino de Nola, que pasaron los primeros años de su vocación ascética recorriendo sus numerosas villae de las proximidades de Barcelona, Tarragona, Lérida o Complutum. Terasia y Paulino optaron por cumplir su vocación ascética sin trasladarse a Oriente como había hecho algunos años antes otra ilustre mujer de origen hispano, Melania Senior, emparentada con Paulino. Nacida hacia el 340, viuda a los 22 años, en el 371-372, inició, en compañía de Rufino de Aquileya, un viaje a Egipto para visitar a los anacoretas del desierto y después se estableció en Palestina durante veintisiete años. Aunque la vocación ascética y «oriental» de Melania debió ser producto de su experiencia romana, es muy probable que su ejemplo causase profundo impacto también entre las mujeres de la aristocracia hispana, pues es bien sabido que en esta época todas estas familias aristocráticas estaban unidas por sutiles lazos basados en relaciones de parentesco, de amistad y de clientelismo político y religioso.
Melania debió de servir de estímulo para otras muchas mujeres de la aristocracia hispana y su ejemplo contribuyó, sin duda alguna, a popularizar la experiencia oriental en estos ambientes. Con la subida de Teodosio al poder algunos años después se dieron las condiciones óptimas para la realización práctica de este cristianismo ascético del que los viajes y estancias en Egipto y en los Santos Lugares constituyen un elemento sustancial. Es más, creemos que la instalación de Teodosio en Constantinopla y la consolidación de esta ciudad como nueva capital del Imperio provocó profundas transformaciones en la dimensión social del cristianismo. Constantinopla se convierte, a partir de este momento, en un punto de referencia obligada del cristianismo en Oriente y en una especie de nuevo polo de atracción junto a los Santos Lugares y las colonias de anacoretas egipcios. Constantinopla pasa a ser, a partir de Teodosio, punto de partida o arribada obligada de esta ruta turístico-religiosa hacia Egipto y Palestina en la que las mujeres de la aristocracia hispana desempeñan un especial protagonismo.


lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad en Grecia


En Grecia la Navidad se celebra el 25 diciembre y las fiestas duran hasta la fiesta de la Theophania o Tone Fotote. Eso explica por qué las vacaciones de Navidad en Grecia comienzan el 24 de diciembre y terminan el 8 de enero.
El 24 de diciembre los niños pequeños despiertan temprano y van de casa en casa cantando las calandas, poemas cortos y especie de cantos sobre la historia de Navidad y del Año Nuevo, sacudiendo su tragona, triángulo de acero que es golpeado con una pequeña varita del mismo material. La gente de las casas los recompensa con frutas y un tipo de pequeños postres hechos para Navidad: los kourabiédes, galletitas cubiertas de azúcar. La noche del 24 es tranquila: las luces son débiles. Las ciudades y los pueblos duermen.
El 25 de diciembre tradicionalmente la gente despierta muy temprano para ir a la iglesia a celebrar el nacimiento de Jesús, que ocurrió durante la noche. Luego la familia se reúne en un almuerzo común durante el cual se sirven todas las especialidades típicas de esta fiesta, como la galopoula, pavo relleno de castañas, pasa de Corintio, y nueces o almendras) con patatas al horno, el gourounopoulo psito, cochinillo en aceite de oliva, cocinado en horno a fuego bajo durante cerca de 3 horas, y bañado constantemente con su jugo, agua caliente y jugo de limón y el melomacarona, postre a base de nueces y jarabe de miel.
En Grecia no hay árbol de Navidad a cambio se utilizan espléndidas maquetas de barcos de vela en madera, decoradas de forma especial con bolitas brillantes que hacen recordar al mar, elemento siempre presente en Grecia. El 25 no se reparten regalos, el primer día del años San Basilio es el que trae los regalos. El almuerzo de este día es la vassilopita que se bendice en la Iglesia y que tiene una nomisma, pequeña moneda que se encuentra en el interior.
Antiguamente la costumbre era esconder una lira de plata o de oro. Quien encontrara la moneda tendria un año afortunado. Este periodo de fiestas termina con la fiesta de Theophanía y la bendición de las aguas el 6 de Enero .
Καλά Χριστούγεννα και καλή χρονιά a troda la Parroquia Ortodoxa de Alicante
P Xristos Ntalaras (publicado por P. Nicolás)

lunes, 8 de diciembre de 2008

Muere el Patriarca Alexis II




El acceso a la capilla ardiente estará permitido las 24 horas del día hasta el próximo martes, cuando los restos mortales de Alexis II recibirán sepultura en la Catedral de la Epifanía Yelójovski, donde también descansan las reliquias de su patrón celestial, San Alexis, y de uno de sus antecesores, el patriarca Sergio Stragoodski.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ha firmado un decreto según el cual tanto las instituciones culturales como las emisoras de radio y canales de televisión deberán suprimir sus programas de entretenimiento el día del entierro.
El Santo Sínodo, que se reunió el sábado con carácter de urgencia para elegir al Guardían del Trono Episcopal del Patriarcado, fijará el miércoles que viene la fecha en la que tendrá lugar el Sínodo extraordinario, durante el que será elegido el decimosexto patriarca de la IOR. Según los estatutos, la elección del nuevo patriarca debe llevarse a cabo en el plazo de seis meses, es decir, como más tarde, hasta junio del año que viene.
El féretro del Patriarca fue sacado de su residencia de Peredelkino por hombres que lo transportaron en sus hombros, seguidos por una procesión de religiosos con velas y cruces, antes de depositarlo en un coche fúnebre.Una imponente multitud lo acogió a su llegada a la catedral moscovita.Muchos fieles tenían una vela en sus manos y floresrojas, pues ese color es "el símbolo de la resurrnección", en número par, como marca la tradición rusa para honrar a los difuntos.
El oficio de funeral se llevará a cabo, según la voluntad del Patriarca, se celebrará en la catedral de Bogoiavlenski (Epifanía).
Un portavoz del Patriarcado, Alexandre Volkov, declaró a la AFP que está prevista la asistencia al funeral del presidente ruso, Dimitri Medvedev, y del primer ministro, Vladimir Putin.
Publicado por Padre Nicolás

jueves, 4 de diciembre de 2008

Theotokos de Blaquernae


Blachernitissa (Βλαχερνίτισσα), asimismo denominada «Theotokos de Blaquernae» (Θεοτόκος των Βλαχερνών, Θεοτόκος η Βλαχερνίτισσα) o «Nuestra Señora de Blachernae» (Παναγία η Βλαχερνίτισσα), es un icono del S.VII d.C. que representa el sagrado Theotokos —Deípara— de María, la madre de Jesús. La Theotokos —«Madre de Dios»— era considerada como la protectora intercesora por excelencia de Constantinopla y del Imperio Bizantino. De acuerdo con la tradición bizantina, el icono de la Blachernitissa no fue pintado sino que estaba dotado de por sí con una «forma corporal» elaborada a partir de la cera (proveniente ésta de los santos óleos, es decir el aceite empleado a partir del siglo IV para sustituir el uso de las reliquias, difíciles de encontrar en aquellos años, era tradicional hacer traer desde Jerusalén el aceite bendecido que ardía continuamente en las tumbas de los santos u otros lugares sagrados) y las cenizas de los mártires cristianos martirizados en el siglo VII. En el cúmulo de leyendas y acontecimientos religiosos que alberga esta ciudad, se cree que la intercesión de la Theotokos, gracias a las suplicas devotas de los ciudadanos de Constantinopla que veneraron el icono, salvó a Constantinopla del asedio persa en 626 y medio siglo después del asedio de los ejércitos árabes. Este icono era conservado en el Palacio Imperial de Blaquernae, de ahí su nombre. Tras la caída de Constantinopla en 1453 el icono fue trasladado a la Catedral de la Dormición, en Moscú. Se exhibe actualmente en la Galería Tretyakov, en Rusia.(Fuente:Wikipedia en lengua inglesa)