Cuando los lazos se estrechan con determinaciones caprichosas, cuando nos ahogan con estructuras y otras yerbas, es cuando somos (o debemos sabernos) más libres, por encima y más allá (o más aquí) de cualquier servidumbre. La Palabra de Dios no está encadenada y nuestro espíritu vive de la Gracia y puede remontar por encima de nubes y montañas. Y más allá, siempre más allá o más aquí.
Albertus in eremo
No hay comentarios:
Publicar un comentario