Este estado de oración provoca una revelación continua. Todo se desvela y el orante se encuentra conducido de descubrimiento en descubrimiento:"Jesús dijo: aquel que beba de mi boca devendrá yo, y yo también, yo devendré él, y las cosas escondidas se revelarán a él" (Evangelio de Tomás).
1 comentario:
Ojalá pudiera llegar a ese nivel de unión con Dios.Por ello admiro a los monjes quienes logran ese contacto con nuestro Padre.
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