martes, 17 de mayo de 2011

¡No temas!


No aguardes esto o aquello. No te sorprendas de pensamientos nuevos, ni de situaciones o sucesos desagradables. No temas las tinieblas: allí está el Señor de camino. Silencia todas las voces impertinentes. Tú mismo puedes hacerlo en tu interior.
Y abandónate.
Albertus in eremo.

No hay comentarios: