domingo, 10 de agosto de 2008

Carta del Metropolitano Hilarión (ROCOR) a la Viuda de Solzhenits


¡Querida Natalia Dmitrievna, amada en el Señor!Es con un sentimiento de profundo dolor que he reibido la noticia del fallecimiento de Aleksandr Isaievich Solzhenitsyn, quien durante los horribles años del régimen ateo tuvo el increíble testimonio valiente de la verdad, hablando acerca de los sufrimientos de nuestros conciudadanos rusos.Gracias a Aleksandr Isaievich, nosotros que nos encontrábamos en tierras extranjeras fuimos capaces de saber y entender a aquellos en solitario confinamiento, y con ellos a todos los que estaban sometidos a tribulaciones en nuestra patria, especialmente aquellos que estaban prisioneros más allá de los muros de hielo de la omnímoda celda de prisión soviética, perseguidos por su fe y conciecia.¡Gloria a Dios! por las oraciones de los santos nuevos mártires y confesores de Rusia, Cristo ha resuciado en los corazones de muchos rusos, los constructores de aquella celda de prisión han sido dispersados como enemigos de Dios, y sus muros de hielo han desaparecido "como la cera se derrite en presencia del fuego". Incluso allí, los sufrientes confesores sintieron nuestras oraciones, nuestra participación. Llena nuestra alma de alegría que Aleksandr Isaievich, quien siempre celosamente testificó acerca de los sufrimientos de Rusia, fuera capaz de testimoniar el gradual renacimiento espiritual de nuestra nación, el cual comenzó veinte años atrás, en el año que marca el milenio de la conversión de Rusia al Cristianismo.Por su testimonio, por su activo amor por nuestras tradiciones y los ideales de la Vieja Rusia, por su inestimable contribución para la preservación y el incremento de nuestra rica cultura rusa, la cual fue nutrida por la espiritualidad de nuestra nación portadora de Dios, por su servicio a Dios y al prójimo, creemos que el Señor bendecirá a Aleksandr Isaievich con el descando y paz eternos, y a usted, querida Natalia Dmitrievna, y a toda su familia, con la ayuda desde lo alto, buena salud y largura de días.¡Que su memoria sea eterna, y su descanso con los santos!Con amor en el Señor,Hilarion, Metropolitano de América Oriental y Nueva York,Primer Jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa Fuera de Rusia4 de Agosto de 2008. Traducción de Roberto León Ramírez.http://www.russianorthodoxchurch.ws/synod/eng2008/8enmhepsolzhenitsin.html

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